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En la prensa

21/04/2011
"Acoger a un niño saharaui en casa es una experiencia enriquecedora de la que se aprenden muchas cosas"

Miren Olaskoaga, abogada de 47 años, y su familia, acogieron a la pequeña Kalama en su casa entre 2004 y 2008. Desde entonces su compromiso con el pueblo saharaui se ha acentuado y junto con varios padres de acogida más, han reflotado la asociación Tadamun

Noticias de Gipuzkoa. Xabier Sagarzazu Irun.

Miren Olaskoaga es hondarribiarra de nacimiento y dice que lleva "el salitre en la sangre", aunque se afincó en el barrio irundarra de Ventas. Allí acogieron ella y su familia a la pequeña Kalama, una experiencia que califica de "increíble y muy enriquecedora".

- ¿Por qué se decidieron usted y su familia a acoger a una niña saharaui en casa?

Tenía una especial sensibilidad con el pueblo saharaui, porque hasta hace 35 años el Sáhara Occidental era español y como mucha gente de mi generación, conocía lo que allí pasó y la injusticia que están viviendo desde hace décadas. Eso nos animó a acoger a Kalama en casa, porque para los niños que viven en los campos de refugiados de Tindouf, es fundamental venir aquí y poder someterse a un chequeo de salud, arreglar o paliar enfermedades que aquí se curan simplemente con medicación, y sobre todo, huir de las temperaturas de calor extremo que se dan allí en verano. Y comer sus cinco comidas al día, algo que en el desierto no pueden hacer el resto del año. Eso es lo que la acogida les aporta, además de conocer nuestra cultura y conocernos a nosotros.

- ¿Y a usted y a su familia, qué les aportó tener a Kalama en casa?

Traer a un niño saharaui a casa no es una decisión fácil, hay que hablarlo y consensuarlo en familia, es un consejo que daría a todos los que estén pensando en hacerlo. Sobre todo, en el caso de los hijos propios, porque supone aprender a compartir sus cosas y el cariño de los padres con una persona más, una persona diferente y desconocida. Creo que mis hijos, que tenían cinco y diez años cuando Kalama vino a casa por vez primera, han aprendido a compartir todo eso y sobre todo, a valorar más lo que tienen que lo que no tienen, que es algo que no abunda en nuestra sociedad actual.

- ¿Siguen teniendo relación con Kalama? ¿Se comunican con ella?

El acoger a Kalama ha creado unos vínculos muy fuertes de nuestra familia con el pueblo saharaui. Hablamos con ella por teléfono cada mes o mes y medio, y hemos viajado en alguna ocasión a Tindouf, a visitar los campamentos y a verla. Para mis hijos, es como tener una hermana en el desierto, y la siguen teniendo muy presente.

- Habrá quien piense que es una pena que esos niños solo puedan estar aquí dos meses y que después, se van a ir muy tristes, de vuelta para Tindouf. Digamos que les da pena, en palabras sencillas. ¿Qué les diría?

Les diría que no es verdad, que los niños saharauis vienen aquí en verano encantados, que se lo pasan fenomenal, que al principio hay un choque cultural y de costumbres, que todo es nuevo y diferente para ellos, desde la lavadora que da vueltas al agua del mar, que les encanta, hasta el comer con cubiertos o el andar en bicicleta. Les diría que son felices aquí y que vuelven a su casa, con su familia, igual de felices que vinieron y muy agradecidos de la acogida que aquí se les da. Es una experiencia maravillosa con la que todos, familia de acogida y niño acogido, nos enriquecemos y aprendemos mucho.

- La Asociación de Amigos del Sáhara en Txingudi, Tadamun, ha vivido un pequeño parón en los últimos años. ¿Quiénes y por qué han decidido volver a dinamizarla?

Somos un pequeño grupo de una docena de personas, la mayoría fuimos padres de acogida y ahora, queremos seguir trabajando en favor del pueblo saharaui, sobre todo, sensibilizando a la gente sobre su problemática y la injusticia y la represión que están viviendo. La gente de cierta edad sí está sensibilizada con este tema, pero los jóvenes, por ejemplo, apenas saben nada de este pueblo, y es una pena. Hemos dado charlas en colegios como Dunboa o San Vicente de Paul en Irun, y el día 4 de mayo haremos una charla y proyección de un documental en el gazteleku Martindozenea, a las 18.00 horas.

- ¿Colabora la gente?, ¿Les cuesta sacar adelante la asociación?

Tadamun como entidad supone mucho trabajo y no andamos sobrados de gente, pero afortunadamente, hay una gran red de voluntarios y colaboradores que nos ayudan en todas las iniciativas en favor del pueblo saharaui, como la Caravana de Alimentos o por ejemplo, haciendo turnos cuando ponemos alguna txosna para recaudar fondos. Esperamos poder hacerlo en Sanmarciales, si nos toca.

- Habrá gente y familias de Irun y Hondarrribia que por motivos diversos no pueden acoger a un niño en verano. ¿Cómo pueden ayudar al pueblo saharaui y a Tadamun?

Que se hagan socios de Tadamun, bien llamándonos al 666 501 350 o contactando con nosotros a través de la red social Facebook.

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